El cielo se va apropiando del color de la ceniza gracias a unas nubes cargadas de electricidad. En la mesas los platos se encuentran casi vacíos. Truena a lo lejos, como si viniesen caballos indomables en estampida. Y luego comienza a llover. Debajo del toldo siguen las mismas mesas ocupadas cuando comienza el aguacero con rabia.
-¡Reme, coge aquella mesa!
Reme se asusta y sale para guardar los cubiertos de una mesa que está fuera del toldo. No se da cuenta de que bastaría con meterla dentro. Recoge la cubertería mientras el agua cae en forma de enormes gotas. Cada vez que una le golpea en el cuerpo parece cargada de un recuerdo. Un recuerdo por cada gota.
-¡Reme, Reme!
Su compañera le grita para que se cobije. Pero ella sigue doblando concienzudamente las servilletas empapadas, clasificando los cubiertos húmedos, amontonando los platos. Las gotas son cada vez más pesadas, vienen de más lejos, algunas proceden de mucho tiempo atrás. En una de ellas, poderosa, Reme siente escrito un nombre. No es algo que vea o que escuche, es el presentimiento de que en los centímetros cúbicos de agua que le han impactado en la piel de la muñeca se ha acelerado un nombre de la nada hasta su piel. Rebeca. Otros días como éste salieron bajo el manto del agua y su soledad fue liviana. Mientras sigue retirando los cubiertos cada vez más lentamente, alguien la coge del brazo y la empuja debajo del toldo.
-Pero Reme, ¿estás ciega? No ves la piedra que está cayendo.
Y Reme le da las gracias y le dice que es verdad, que está granizando, aunque sus ojos se encuentren congelados y en la piel sólo lleve impacto de un nombre que le sobrevino desde un lugar que se ha ido oscureciendo a lo largo del tiempo.
7 comentarios:
La lluvia trae infinitos recuerdos, algunos olvidados y otros que creimos aberlos perdidos... me encantó! un abrazo!
Un pequeño relato muy delicado, lleno de sugerencias. Parece que te vas alejando del puro "taller" y entrando en el campo íntimo del estudio. Me alegro. Esta es la línea que me gusta. Un abrazo.
Gracias Lisandro y Clares por vuestros comentarios, mañana nos vemos Clares que voy al insti. Un abrazo!!!
"Cada gota es un recuerdo"
Vaya imagen tan sugerente, me ha trasladado a la lluvia de ayer que caía con furia, como una manta blanca de lana que se deshila en forma de agua, caía a jarrazo limpio.........¿ oiga a qué taller va usted,? que vaya yo tambien para escribir cosicas tan buenas.......Besicos
Muchas gracias Cabopá!!!! Tú sí que escribes buenos relatos! Espero que te publiquen pronto un libro de relatos que podamos guardar en la biblioteca un libro tuyo.
Me gusta tanto como tus palabras exponen, emocionan y se van en un lapso de tiempo tan corto que te dejan con ganas de mas....Un abrazo.
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