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lunes, 22 de agosto de 2011

ÉRASE UNA VEZ EN AMÉRICA


PELÍCULA
ÉRASE UNA VEZ EN AMÉRICA. 1984
Dir: Sergio Leone
Act: Robert De Niro
Durante cuatro horas asistimos a la relación de amistad que existió entre dos amigos que crecieron en un mundo de pillería y mafia y, gracias a la que al final lograron ser grandes mafiosos, auspiciados por el negocio del estraperlo del alcohol durante la ley seca.
Lo que más me impresiona es el tono de la película, tan nostálgico, aunque la realidad de lo que vemos es muy cruda, uno puede vivir en todo momento la relación de amistad que une a los protagonistas, claro está, multiplicada por la música de Ennio Morricone.
La película está narrada con saltos temporales, flashback, por eso las primeras horas es difícil seguirla.
En la escena cumbre de la película, que no desvelo, al protagonista se le impone una duda. ¿Qué es más poderoso el valor de la amistad o la traición? ¿y qué es el valor de la amistad? Ahí es cuando uno se da cuenta de que, en la película como en la vida, cada uno tiene el suyo. Y el personaje interpretado por Robert De Niro tiene unos valores distintos a los de su amigo. Es extraño como en un mundo tan duro como el de la mafia existan valores y códigos que hay gente que no esté dispuesta a traspasar y hay otros que arrasan.
Una película memorable.

domingo, 3 de julio de 2011

las películas del verano


NIDO DE VÍBORAS…. 1949
Dir: Anatole Litvak
Act: Olivia de Havilland.

Una escritora, Virginia, está recluida en un psiquiátrico en NY y el psiquiatra, ayudado por el marido, intenta adivinar qué es lo que ha ocasionado que la paciente esté en su estado mental, con amnesia.

Hay varias escenas que me han encantado, una de ellas es la de un oso que Virginia le compra a una compañera del psiquiátrico y cuando se va poniendo mejor se da cuenta de que realmente es un trapo. También está muy bien el paso de una modalidad terapéutica a otra del electroshock a las piscinas de agua fría, antes de verlo observamos lo que la paciente cree que le están haciendo en ese momento, como si la estuvieran lanzando a un mar en calma. Y otra de las escenas muy interesantes es cuando ella dice que se imaginaba el pabellón en el que están los peores enfermos como el nido de víboras en el que sumergían antes a los pacientes ya que tenían la teoría de que si en ese nido de víboras una persona sana enfermaba; un enfermo podía sanar. En ese momento la cámara asciende y es como si se viera un pozo y al fondo los pacientes que no paran de moverse como serpientes. No obstante me resulta inquietante esa reflexión que lanza la protagonista, aunque en la película uno ve claramente que es gracias a la ayuda del psiquiatra, del que ella cree que se enamora, el que realmente la saca de su enfermedad. Es una película con muchos planteamientos, entre ellos el uso del psicoanálisis frente a la institución del psiquiátrico.
La película muestra la vida del psiquiátrico y su crudeza, así como la relación con el personal sanitario: alguno son bordes con los pacientes y otros amables. Interesante es el psiqiuatra protagonista, con su foto de Freud y el diván, del que no se sabe nada de su vida personal, salvo que no tiene familia y que cree ante todo en la psicoterapia.
Otra de las claves de la película es que al principio ella mira a los cuchillos cuando tiene brotes, pero ni se dan cuenta, ni ella hace nada. Es un detalle también muy interesante que luego se desvela.
Además vemos las miserias de los psiquiátricos, así como que antes tenían que pasar un tribunal para poder salir del psiquiátrico, no bastaba con lo que decía su médico.

viernes, 6 de mayo de 2011


AMANTES… Vicente Aranda… 1990
Vuelvo a ver esta película. El año 1990 me pareció increíble, fue uno de los años más bonitos de mi vida justo porque no pensaba que lo fuera. En ese año se estrenó esta película que relataba un suceso negro ocurrido en los años 50.
Por aquella época yo pensaba que la España de los 50 era tan negra como el lunar de Concha Velasco.
Tienen las películas españolas una base en la realidad y, sin embargo, son inverosímiles. Los diálogos son inverosímiles, los actores lo son. Adoro a Victoria Abril, cuando hace de amante despechada, parece como si fuese cada una de las amantes despechadas que existen. Maribel Verdú tiene sombras de la actriz que ha llegado a ser. De Jorge Sanz es mejor no hablar.
Los diálogos son intempestivos, casi ridículos. Ridículos también son los de Casablanca pero increíbles y maravillosos, a diferencia de Amantes que son ridículos, imposibles: nadie diría esas cosas.
Pero es cierto. La película está bien. Tiene unas escenas muy buenas, digamos que imágenes icono del cine español.
Ahora estoy volviendo a re-ver por milésima vez las de Almodóvar…
En orden cronológico, mire usted.
He visto Pepi luci bom
Laberinto de pasiones
Entre tinieblas
Y me leo el libro de Antonio Holguín sobre Pedro, del que he leído que nunca se había vivido un momento tan excitante culturalmente en España desde la generación del 27 hasta la movida. Creo que me voy a dormir.

viernes, 23 de octubre de 2009


STALKER… Tarkovsky… 1979

He tardado mucho tiempo en ver esta película debido a internet (me la bajé con sonido pero con subtítulos, en ruso sin subtítulos, en chino… hasta que di con la buena), y debido a que tenía que pararla cada cierto tiempo para digerir cada una de sus frases. El tema del viaje es un tema universal, el viaje en el que corres el peligro de conocerte, de conocer la naturaleza, de saber, al fin y al cabo, cosas que duele saber. La película trata de Stalker, un guía que te lleva a un territorio prohibido por el gobierno al que llaman la zona. Nadie ha salido de la zona para contarlo, así que el viaje es peligroso. No es que nadie haya salido realmente, sino que no se sale de la misma forma en la que se entró, es lo que sucede en los viajes, en los realmente importantes. No sabemos que le impele a Stalker a guiar a la gente, vuelve a aceptar el encargo de un escritor y un científico para entrar a pesar de que hay una doble barrera, la del gobierno y la de lo que hay dentro. Su esposa no quiere que entre, tienen una amarga discusión “te van a enviar otra vez a prisión” a lo que él replica que la prisión está en todas partes. Esa es una de las incognitas de la película, un tipo duro que no sabemos por qué está empeñado en guiar, no es por dinero aunque le paguen, sino porque siente que debe hacerlo.
“¿Qué piensa usted que es la zona? Un meteorito, no creo, un mensaje para la humanidad, o un regalo… Usted primero profesor, después usted escritor…” Existe una paradoja en que sean tres hombres y que uno sea profesor-científico y otro escritor. Se enfrentan a dos formas distintas de conocer el mundo. El científico dice que “mientras excavo en busca de la verdad, a ésta se le ocurren tantas cosas que al final en lugar de descubrir la verdad lo que obtengo es un montón de… perdón, más vale que no lo diga” y el escritor como persona que se inventa otra vida, con la paradoja de que al inventarse otra vida (su verdad) ha dejado de vivir. El viaje es realmente un conjunto de monólogos a modo de teatro por el que los personajes interactúan, ya que sólo podemos conocer el mundo a través de nuestra mente y eso constituye un molde que afecta a lo conocido. Cuando dialogamos estamos hablando con nosotros mismos, escondiendo unas cosas y sacando otras. Sienten que la propiedad principal de la zona es que siempre está cambiando, que cuando vuelvan a pasar por un lugar ya no será el mismo. Justo como decía Heráclito. Van desentrañando verdades filosóficas: “lo que ellos llaman emoción es sólo la fricción entre su alma y el mundo exterior”, y si lo piensas así, como que no existe realmente una barrera sino que el principio de una cosa es el final de otra la emoción es un intercambio, una fricción. En el agua, en el germen del que se creó se miran en un pozo en el que pueden ver el cielo fragmentado como si fuese un papel de la pared: “porque la debilidad es una gran cosa y la fuerza no es nada. Cuando un hombre nace es débil y flexible: cuando muere es duro en insensible”. El Tao Te ching dice que el niño es flexible y adaptable, de mayor se vuelve rígido y miedoso. La imagen de mucha belleza, en la debilidad está la sensación en la fuerza, en la capacidad de resistir sólo la madera que hace que el barco de nuestra persona no se inunde.
Nos preguntamos qué es la zona y si saldrán de allí, porque en el fondo es el interrogante que todos tenemos. Pero no es una película al uso, es de una belleza inigualable pero tienes que estar preparado para verla por el vacío existencial que te deja.