domingo, 30 de mayo de 2010

PRIMAVERA SOUND...

Para mí la mejor actuación ha sido la de Pet Shop Boys, el increíble montaje que llevaban, para ser un festival, con los cubos en los que proyectaban imágenes con luces de colores con una clara influencia de Metrópolis, de Fritz Lang, y los bailarines con cubos en la cabeza. Hubo dos momentos muy especiales, cuando tocaron "jealousy", esa canción que va in crescendo hasta que la música se confunde con olas de mar y una tempestad y te sientes en la piel del celoso y la de "being boring" con todo ese eco de paraísos perdidos.
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Lo que más me gusta del recinto del Forum es la sensación de apocalipsis que ofrece. Desde que abandonas el metro y te sumerges en un antiguo barrio deprimido, que por obra y gracia de un acontecimiento no muy enmascarado de supuesta reflexión para reconvertir una parte de la ciudad, ha hecho que el barrio real parezca lo más irreal porque de repente se alzan hoteles rutilantes y verticales, construidos como rascacielos para alojar a turistas que no deseen nada más que sentirse en un lugar vacío con marca Barcelona. Después viene el auditorio del fórum, con su color petróleo y sus critalitos, una forma triangular lo que le asemeja a un vertido de un petrolero, a una mancha en el mar, a algo oscuro, al negro pensamiento, a lo que no tiene vida y por analogía al desecho humano. Una vez dentro hay un paseo de cemento y varias plataformas elevadas de cemento, con columnas de cemento que se forman una estructura hormigonera saboteada al mar que muere en tristes bloques de toneladas de tierra. Pero el espectáculo de la apocalipsis del manufacturado espacio para convenciones que se ha reconvertido en espacio para actos culturales (así se llama a los festivales, que siempre se debe recordar que nacieron del mundo hippie y ahora es una feria de disfraces en la que uno escucha buena música, y en barna incluso avanzada) es la central del Bèsos, un entramado de tuercas, chimeneas, líneas geométricas, triangulares, verticalidades grises y negras que a veces expulsan una flatulencia que invade tristemente el mar.

domingo, 16 de mayo de 2010

LIBRO: SI ESTO ES UN HOMBRE... Primo Levi


PRIMO LEVI… Si esto es un hombre
“Porque aquella mirada no se cruzó entre dos hombres; y si yo supiese explicar a fondo la naturaleza de aquella mirada, intercambiada como a través de la pared de vidrio de un acuario entre dos seres que viven en medios diferentes, habría explicado también la esencia de la gran locura de la tercera Alemania”
“Así es la naturaleza humana, las penas y los dolores que se sufren simultáneamente no se suman por entero en nuestra sensibilidad sino que se esconden: los menores detrás de los mayores, según una ley de la perspectiva.”
“También hoy, también este hoy, que esta mañana parecía invencible y eterno lo hemos perforado a través de todos sus minutos; ahora yace concluido e inmediatamente olvidado, ya no es un día, no ha dejado rastro en la memoria de nadie”.
Primo Levi sobrevivió a Auschwitz, el campo de exterminio nazi en el que estuvo 10 meses. Leyendo esta biografía tienes la sensación de que por mucho que te cuenten lo que fue uno de aquellos campos, por muchas películas que veas, uno siempre se sorprende de lo que allí pasó y además, no se explica la tremenda sinrazón de lo sucedido.
Entramos en el libro de la misma manera en la que él lo vivió, cómo no tenían muy claro lo que iba a ser de ellos aunque sospechaban que no iba a ser nada bueno: lo atestigua el ir en un tren repleto y sin poder moverse, no comer en ese viaje al campo de exterminio durante 3 días o ver como los niños alemanes desde las ventanas les hacían la señal de que les iban a cortar la cabeza. Después relata el día a día, te introduce de lleno en aquella locura en la que los trabajos eran sobrehumanos y en el que no sabías si ibas a sobrevivir otro día porque podías morir si no lograbas llevar a cabo tu trabajo o si a los nazis les daba la gana matarte. Observar el día a día en un campo te introduce de lleno en el y eres capaz de ver la agonía que se siente, el lento transcurrir de las horas, el clima duro contra el que debes luchar, la escasez de comida, las palizas de los alemanes que dolían menos que el trabajo que debían realizar, dormir en una cama pequeña con otro compañero, tener que engañar para poder tener una triste cuchara para comer, ser robado por tus compañeros, ver como la mayoría de ellos caen, darte cuenta de que nadie sobrevive mucho tiempo y saber que eres uno de los veteranos (aunque sólo lleves 4 ó 5 meses) y que por lo tanto tienes más papeletas para que te maten.
Los campos de exterminio tenían un doble sentido de organización. Por un lado las crueles reglas que imponían los nazis. Relata en uno de los momentos que al volver de trabajar cada día tenían que soportar una orquesta que tocaba canciones alemanas alegres, lo difícil que se hacía venir muerto después de trabajar de sol a sol, pensando que al día siguiente no ibas a resistir otro día de trabajo igual, con la absurda marcha militar, pensando que tal vez murieras porque te pegaran un tiro antes de acostarte y tener que escuchar esa algarabía festiva. Después estaba la organización propia de los que iban allí a morir, las diferencias culturales que existían y como por la forma de ser ya sabían la forma de relacionarse.
Una de las virtudes del libro es sus reflexiones. Porque es cierto que vivir cada día en un pulso con la posibilidad de que te asesinen haga que tengas que dejar de pensar. Eso lo expresa muy bien, de una manera tajante y sin llegar a odio.
El relato de las últimas horas en el campo es muy interesnte. Ver cómo resistían sin comida, sin calefacción, los alemanes se habían ido a la batalla cercana y ellos esperaban morir por inanición y frío. La gente iba cayendo pero al final la luz para algunos.
En este libro lo que uno hace es sentir la barbarie y la sinrazón de la aniquilación que sufrieron, principalmente los judíos. Me quedo también con algunos pasajes llenos de esperanza tonta, como un día que sale el sol después del duro invierno polaco y Primo Levi de repente, con esa tontería, el sol apenas iluminando una planta siente lo que es estar vivo y sugiere que por muy mal que se esté, el ser humano está hecho para la vida.

lunes, 3 de mayo de 2010

sábado, 1 de mayo de 2010

SOS viernes



Sos viernes porque creo que no va a existir un sos sábado con la lluvia que cae, aunque nunca se sabe. Lo que más me gustó del SOS no fueron precisamente los conciertos, sino la sesión de Fangoria porque allí se pudo escuchar y bailar buena música con sólo una consideración que fuese en su mayoría rock, o remezclas con actitud de guitarra eléctrica y riffs. Sonó David Bowie muchas veces y Pulp y Franz Ferdinand y fue mejor que verlo en directo. Me hubiera gustado ver a The Horrors pero pudo más el botelleo. Lo bueno de este año es que se nota la ampliación de los escenarios, por lo que no hay agobios aunque se ha duplicado el número de festivaleros con respecto al año pasado. La verdad es que todo estaba muy bien organizado, no había ni colas para pedir ni para el aseo y, como no venía nadie del calado de pj harvey al auditorio, pues se podía conseguir entrada para la bien querida y tinderstick. Ahora llueve, que pena si no puedo ver a love of lesbian o nada surf.