lunes, 21 de noviembre de 2011





Un museo son pasos.
Un andar desprevenido, te asalta un cuadro, se abalanza encima de ti. Te descubres mirando algo que alguien ha hecho, algo a lo que alguien ha dedicado una gran cantidad de tiempo. Y en ese momento tienes la sensación de que el pintor ha sabido captar algo que nadie ha sabido captar antes ni después.
Sí.
Los museos se llenan de objetos intemporales. O de objetos de temporalidad reducida. De instrumentos cargados de reflexiones, si no sabes mirar, no encontrarás más que una mirada unidireccional en el museo y será un lento fluir. Si sabes, en cada uno de los cuadros encontrarás múltiples ventanas hacia otras realidades.
Hoy has caminado por la exposición del Hermitage en el Prado, por la de Delacroix en el Caixaforum.
Hay algo que suena en los pasos que has dado, hay alguien tuyo que se ha puesto a caminar por el autorretrato de Delacroix, o con la mujer con sombrero negro. Y ha naufragado en la composición VI de Kandinsky como si fuera el diluvio universal.

domingo, 20 de noviembre de 2011


Las luces se apagan. Han pasado diez años desde la última vez que los viste. El corazón late deprisa, la música empieza a sonar cuando de repente salen Marie y Per Gessle. Cantan dressed for success y vuelves a tu época del instituto, a los bailes que hacíais en el pequeño auditorio Infanta Elena. Te ves a ti mismo con una camisa de cuadros, sin saber qué es el futuro, sin pensar qué vendrá después. Cuando a Marie Fredriksson se le va la voz, ¿será por su estado físico?, la gente canta sus canciones, todo el mundo se las sabe como si fueran canciones de cuna, entonces el público y la música son uno, nadie sabe dónde está, sólo el murmullo de una música que te ha acompañado en algunos momentos de tu vida. Marie canta cada vez peor, separa las palabras para tomar aire, se le va la voz, canta de falsete y mira hacia otro lado. Pero cuando eso sucede Per sale desde atrás, dando un salto, mete un guitarrazo, bajan la canción de tono y entonces la toca a ella con suavidad y firmeza, y en su gesto le está dando la confianza para que siga adelante, para que no se detenga. Las once mil personas del recinto cantan temas como The big love, han sido una banda sonora para ti, pero ¿por qué no tocan silver blue o almost unreal? No no lo harán. Per es alma mater del concierto, y canta crash boom bang casi él solito. No ha envejecido, está igual de juguetón, igual de graciosillo. Su camisa negra es la misma que le pedías a tu madre que te bordase, una con banderitas y hombreras, su cabello ahora cae lacio pero hubo un momento de tu vida en el que lo llevaba hacia arriba, bastante seco, y tú lo querías llevar igual pero no podías. Recuerdas cuando no había internet, o su existencia era muy diferente a la de ahora, la gente te llamaba para ver si era verdad que Roxette había sacado nuevo disco o incluso te pedían consejo de cuál era el mejor para regalar. Cuando tocan how do you do! Recuerdas como conociste a tu amigo Pedro Luis, fue por el grupo ecologista en el que ambos estabais, los dos querías poner una canción de roxette de banda sonora de un video promocional que grabasteis cuando nadie más del grupo quería, y después tuvisteis muchas horas de música roxettiana en su estudio de la huerta, de singles perdidos que Pedrol pedía a Suecia, y te llegaban un mes después por correo, aún recuerdas aquel cumpleaños feliz en sueco. Pronto suena dangerous, magnífica en directo, y de repente te viene a la cabeza la época de la universidad, el final, cuando descubrías la vida y pensabas “I know your chances but I don´t know your name”, todo sucedía de noche y la luz del día traía horas sin sustancia. Dejabas las costas de la adolescencia de la mano de crush on you o star, que de forma lacerante, no tocaron en el concierto dejando abiertas las heridas. Y luego vino el amor, de la mano de it must have been love, en una época de tu vida difícil, convulsa, “I close my eyes and dream away”, como en la canción, pero todo remontó pronto el vuelo, hasta que de repente te ves allí, con el guitarrista tocando “paquito el chocolatero” a guitarrazo limpio y toda la gente coreando “¡ey!”. El concierto acaba con the look, como siempre, blanca, resplandeciente. Pero el público quiere bises, y ellos entregan un “spending my time” que te saca la piel, se vuelve a meter, todos gritamos “no queremos que acabe” y vuelven a hacer otro bis, el segundo, en el que cantan una inolvidable “listen to your heart”, como si fuera el estribillo de tu vida y al final, Per, de forma increíble, canta “church of your heart”, de forma maravillosa, una canción que no esperabas, porque lo inesperable se puede volver realidad… o si no, ¿quién te iba a decir a ti, Rafael, que hace diez años los ibas a volver a ver, después de aquel cáncer que casi se lleva a la cantante, después de aquel concierto en Barcelona?

sábado, 12 de noviembre de 2011

EJÉRCITO ENEMIGO... Alberto Olmos


El caso es que empecé a leérmela con mucha emoción, tras la intensidad y el fuego de la primera persona, la ironía, el arranque brutal (ya había empezado con muertes Olmos)… esta novela va sobre el legado que le deja a Santiago un amigo con el que no pasaba sus mejores momentos… su contraseña de correo electrónico. Todo ello con la verborrea del prota, me gustó el inicio, sí y eso es destacable.
SANTIAGO es un personaje redondo. Sintonizo un poco con él, no es que comparta sus ideales, o su forma de ver las cosas, pero me queda cierta cólera contra algunas cosas: hay gente que enarbola muchas banderas para llenarse los bolsillos, y en nuestra intimidad han crecido las empresas de huevos ecológicos que valen más caros y cosas así por las que uno se pregunta qué era lo que estábamos comiendo antes. Igual que lo de la capa de ozono, cuando éramos pequeños de repente todos los sprays se volvieron ozono friendly y ahora viene el cambio climático y mañana otra cosa, o no. En general hay mucho discurso bien intencionado para ganar dinero.
El caso es que en las rarezas de Santiago he visto un poco de Ignatius Reilly, un poco de Holden Caulfield, por eso digo que me parece redondo: es una persona rara, como somos todos vaya, con un poco de psicopatía, que no se quiere mezclar en nada, al que le gusta pensar que todo está depravado y por eso no es solidario y se dedica a lo que le gusta: navegar por páginas pornográficas, entrar en el chat pornográfico Chatchinko. Hay pasajes de la novela en la que se te escapa una sonrisa, hay pasajes en los que te encanta su verborrea y hay pasajes de la novela en la que te gustaría darle una patada a Santiago por lo psicópata que es, por ejemplo, se muere su amigo y sólo quiere espiar su email, pero así es la vida misma y la literatura…
En cuanto a la idea que ha sobrevolado por la cabeza de ciertos críticos de que esta novela debería haber sido un ensayo, me parece una reflexión arcaica. Los géneros literarios están mezclados ya, desde hace mucho tiempo, mucho antes de que nos untaran las páginas con nocilla, es una discusión que vendría muy bien para otro siglo pero en éste, es bueno encontrar a un escritor que da vida a un personaje y una historia porque muchos escritores están muy interesados en contar “oye lector, yo escribo como tú, mira lo bien que lo hago y como escritor que soy mi vida es una tortura de alcohol y tengo unas reflexiones muy cool sobre la vida”.
Si bien he devorado la novela, particularmente, me ha aburrido un poco por la mitad. Y al final ha remontado el vuelo, con un final que da para reflexionar.
La recomiendo.

martes, 8 de noviembre de 2011

imágenes y palabras DE UNA TARDE EN EL CABEZO DEL AIRE, cerca de los rectores







Toda la tarde pensando en aquellas tardes
En los paseos de aquellas tardes
Las nubes congelándose en posturas de atardecer
El sol dividido en colores para nuestra mirada
Y un viento humano, sensible,
la presencia de un mito antiguo
unas voces, historias sin importancia
nombres que hemos sabido desconocer a tiempo
nuestras horas de lectura condensadas en una reflexión
la sensación de que la inmortalidad es un placer transitorio
es algo que te absorbe en un instante
e impresiona en la piel del recuerdo


domingo, 6 de noviembre de 2011

LA HIJA DE LA AMANTE


LA HIJA DE LA AMANTE… A.M. HOMES
Siguiendo en el terreno de la autoficción, casi la autobiografía ficcionada, LA HIJA DEL AMANTE es la historia verídica de una escritora que es adoptada, viene a sustituir a un hijo que se le murió a sus padres de acogida. Se encuentra marcada por este hecho y se siente la encargada de reponer a un hijo muerto. Un día decide conocer a sus padres verdaderos para saber cuál es su verdadera historia. Su pequeño mundo se revoluciona, ella se hace preguntas, todos los años se ha sentido como si la vida que llevara no fuese, en realidad, su vida, se la han prestado, como quien le da unos zapatos, unos pantalones o una camiseta.
La madre biológica desea verla, necesita recuperar el tiempo perdido. Pero la escritora no puede con eso, resulta demasiado para ella la insistencia de la madre en tan poco tiempo. No puede ser de repente la hija que no ha sido hasta ese momento. Pero quiere saber, conocer toda la historia aunque está condicionada por lo que los demás le cuentan o lo que ella se imagina. Todo es demasiado doloroso, además ella reflexiona a cada momento con las cosas, piensa sobre lo que pasó y ata cabos de cosas que son difíciles de comprender. Su padre biológico estaba casado cuando su madre se quedó embarazada, así que ella es hija de la amante. El padre siempre se comportará igual, como una persona que no quiere darle la identidad a su hija, no quiere que nadie la descubra y aunque la someta a una prueba de ADN, seguirá ocultándola.
La escritora, al haber sido entregada en adopción se siente como que no tiene identidad ni raíces y se embarca en un proceso para dotarse de la identidad que le han sustraído.
Y un día sucede que a lo mejor es demasiado tarde.
Una novela muy hermosa, dolorosa también, que recomiendo.

“Me desconcertaba cada terremoto de identidad, cada cambio en la arquitectura del marco precario que me había construido”.
“Me quedé un rato sentada sin hacer nada consolada por los ecos y objetos que eran como símbolos, recipientes de historia”.

martes, 1 de noviembre de 2011

CINE: EL NIÑO DE LA BICICLETA


PELÍCULA… EL NIÑO DE LA BICICLETA
Dir: hermanos Dardenne.
Act: Cécile De France, Thomas Doret.
El niño de la bici, con su camiseta roja toda la película, es un niño al que su padre abandona en un colegio interno. Desde que te sientas en la butaca tienes la misma sensación de abandono que tiene el niño, la película te transporta como si a ti mismo te hubiesen abandonado.
Desde entonces luchará por recuperar a su padre. Para ello tiene la suerte de encontrarse con una peluquera que desde el principio confía en él y le da una ayuda desinteresada. El padre ha vendido hasta su bicicleta, cuando la peluquera la consigue y le explica que el padre la vendió el niño no lo puede creer.
El niño confía en los demás pero no todos las personas a las que conoce son trigo limpio.
Las imágenes son hermosas, acompañan los paseos del niño en su bicicleta, se nota que los directores han llegado al cine de la mano del documental.
Sales del cine pensando varias cosas: lo primero es lo dañino de las apariencias, la película te deja la sensación de que a priori si vieras en un colegio interno a un niño como éste, que se mete en líos, como solemos fijarnos en las apariencias, sería muy difícil que actuásemos como la peluquera. Después en la capacidad de los niños de querer a pesar de que se porten mal con ellos, cuando confían lo hacen con la mayor intensidad. También el valor de gente como la peluquera, de saber interpretar las acciones malas del niño y fijarse más en global, algo muy complicado. Yo por mi trabajo, he conocido a padres adoptivos que son como la peluquera.
Es una película muy recomendable, aunque sea tan dura.

EL ESPÍRITU DE MIS PADRES SIGUE SUBIENDO EN LA LLUVIA... Patricio Pron



La literatura es un continuum y en esa línea hay escritores que esconden muchos rasgos de su vida y otros que, como Patricio Pron o Vila Matas o Sebald, utilizan su vida como arquitectura de la ficción. Entre esconder el yo del escritor o no, Patricio lo hace visible, lo desvela al mundo.
El espíritu, tiene un título muy revelador en lo misterioso, es decir, el título vendría a ser como un microrrelato. Si te lees el título, te has leído un cuarto de novela: el padre está entre la vida o la muerte durante toda la novela y la madre, alejada de su faceta revolucionaria está ausente también.
Después está la parte central, en la que se ofrecen recortes de periódico de la historia de una desaparecida, que tenía relación con el grupo revolucionario padre, como tantos hubo en aquella época de la dictadura argentina (he de decir que me resultó una parte muy aburrida y llena de “sic” que me entorpecen pues ya sabía que un escritor como Pron, no iba a cometer faltas de ortografía).
Para mí esta novela se podía haber quedado en un relato más o menos largo maravilloso.
Como me he leído también el mundo sin las personas que lo afean o lo arruinan, he tenido la sensación de leerme el mismo libro, es más, he estado dándole vueltas a la misma idea. Un chico que vive una infancia llena de peligros, que está muy relacionado con el peligro por el país en el que vive, que llegada una edad se marcha a una universidad de Alemania durante un periodo y después vuelve porque su padre está muriendo y tiene unos sentimientos encontrados con sus padres.
No distingo muy bien del cuento de “Es el realismo” de la novela “el espíritu…” Bueno, hay diferencias, pero pequeñas. Una de las cosas que más me ha gustado son las reflexiones, tiene algunas muy buenas:
“sin saber nada sobre las últimas semanas de mi padre, porque no siempre quieres saber ciertas cosas debido a que lo que sabes se convierte en algo de tu propiedad, y hay ciertas cosas que tú no quisieras poseer nunca.”