LA VENGANZA
Pepe solía ser mejor que su hermano jugando al fútbol. Ahora llevaba la pelota y trataba de marcarle un gol, como siempre hacía. Después su hermano se iba a enfadar y dejarían el juego. Se acercó a la portería y vio que estaba nervioso. Se aprovechó de ello, tirando con todas sus fuerzas. Su hermano se lanzó al suelo, parecía que quería apartase. La pelota rebotó en el larguero y fue a parar a la casa del vecino. Crash, se oyó.
-¡Ala! Qué bruto.
-Dios –dijo Pepe conteniendo la respiración. No podía hablar, estaba a punto de llorar -Nene, puedes decir que has sido tú.
Miró hacia los extraños ángulos que el balón había impuesto en el cristal roto. A lo lejos se oía a la vecina gritando. Recordaba las palabras de su madre. No juguéis ahí más. Podéis romper los cristales. Y los había roto. Su hermano al menos aprobaba, no se daba cuenta de que lo iban a castigar doblemente.
-Ni hablar, lo has roto tú, te jodes. Te pasa por querer ganar siempre.
Aquel castigo fue desmedido, lo recordaría siempre. Su padre bajó las persianas, estaba muy enfadado por las malas notas. Lo estuvo azotando con la mano hasta cansarse. Luego le dijo:
-El mismo daño me haces tú.
Pepe ahora mira por la ventana mientras espera a su hermano. Los cristales de la ventana siempre le han parecido a punto de estallar. Su hermano había sido muy lacónico cuando le dijo el motivo de la visita a su despacho, tanto que pudo intuir que era algo relacionado con la crisis aunque sólo hubiese nombrado varias veces la palabra “familia”.
1 comentario:
La crisis,la familia, los hijos, los padres, los hermanos,las notas, los juegos,los cristales, las ventanas....¿venganza?No me gusta esta palabra aunque tenga una "Z".Más qué los cristales de ventanas a mi se me ha escapado algún que otro vaso.Besicos.
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