El sábado fui a disfrutar de la conferencia que dieron los de la generación nocilla (no estaban todos los que son ni son todos los que eran). La terraza del CENDEAC, es decir, cuartel de artillería era un sitio mágico, con toda la vegetación de la ribera del río y la catedral. El único problema; el frío. Eloy Fernández Porta hizo unas reflexiones muy extrañas pero divertidas, dijo en un momento que Juan Manuel de Prada era un escritor que quería tener 80 años cuando escribía, me encantó Fernández Mallo porque estaba como desubicado, como si de repente hubies aterrizado de otro planeta, y por su estilo al decir que todo era necesario. Un placer.
3 comentarios:
No conozco a la Generación Nocilla,yo soy de la del Cola-Cao, aunque jamás lo tomé..ja,ja..¿Has visto mi correo? Besicos.
Los mejores fueron los Fernández sobre todo Agustín.
Ese es el problema. La desubicación. Que se vayan ubicando o algo. Yo, sencillamente, no entro a sus historias. Son un poco pringosas, seguramente de tanto petisuis y tanta nocilla.
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