martes, 1 de noviembre de 2011

EL ESPÍRITU DE MIS PADRES SIGUE SUBIENDO EN LA LLUVIA... Patricio Pron



La literatura es un continuum y en esa línea hay escritores que esconden muchos rasgos de su vida y otros que, como Patricio Pron o Vila Matas o Sebald, utilizan su vida como arquitectura de la ficción. Entre esconder el yo del escritor o no, Patricio lo hace visible, lo desvela al mundo.
El espíritu, tiene un título muy revelador en lo misterioso, es decir, el título vendría a ser como un microrrelato. Si te lees el título, te has leído un cuarto de novela: el padre está entre la vida o la muerte durante toda la novela y la madre, alejada de su faceta revolucionaria está ausente también.
Después está la parte central, en la que se ofrecen recortes de periódico de la historia de una desaparecida, que tenía relación con el grupo revolucionario padre, como tantos hubo en aquella época de la dictadura argentina (he de decir que me resultó una parte muy aburrida y llena de “sic” que me entorpecen pues ya sabía que un escritor como Pron, no iba a cometer faltas de ortografía).
Para mí esta novela se podía haber quedado en un relato más o menos largo maravilloso.
Como me he leído también el mundo sin las personas que lo afean o lo arruinan, he tenido la sensación de leerme el mismo libro, es más, he estado dándole vueltas a la misma idea. Un chico que vive una infancia llena de peligros, que está muy relacionado con el peligro por el país en el que vive, que llegada una edad se marcha a una universidad de Alemania durante un periodo y después vuelve porque su padre está muriendo y tiene unos sentimientos encontrados con sus padres.
No distingo muy bien del cuento de “Es el realismo” de la novela “el espíritu…” Bueno, hay diferencias, pero pequeñas. Una de las cosas que más me ha gustado son las reflexiones, tiene algunas muy buenas:
“sin saber nada sobre las últimas semanas de mi padre, porque no siempre quieres saber ciertas cosas debido a que lo que sabes se convierte en algo de tu propiedad, y hay ciertas cosas que tú no quisieras poseer nunca.”

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