martes, 14 de septiembre de 2010

PANORAMA ARTÍSTICO











El sábado salí por Murcia a ver exposiciones, como si esto fuese Madrid o Barcelona. Lo hago a veces, es una actividad que me encanta. Suelo escribir cosas y hacer fotos.
Esto es
Esto es más o menos lo que más me ha gustado o no.
Primero decir que muchas veces he encontrado cuadros o experiencias artísticas muy interesantes y lo bueno de Murcia es que, aunque las salas son pequeñas y están alejadas, todo se puede recorrer a pie. Lo malo ya todos sabemos:
-que las salas están vacías.
-que no siempre la exposición es lo que esperas.
-que no siempre hay exposición.
-que algunas veces los guardias te miran como el que viene a incordiar en una tarde tranquila de lectura.

Y lo bueno:
-que puede que te encuentres al autor, como yo una vez a Antonio Campillo que estaba explicando su obra y como yo no sabía quién era estuve a punto de decirle que me parecía que interpretaba demasiado.
En la sala de Verónicas vi la exposición dominó caníbal, me parece una chorrada, sobre todo con las posibilidades expositivas que ofrece una iglesia. Pero el arte se va por unos derroteros ajenos algunas veces.
Cuando cierto tipo de arte me parece insustancial juego a hacer composiciones de varias obras, a pensar por qué la han puesto al lado de tal cuadro o no. En este caso, las sillas formando una escalera por la columna, a modo de decoración barroca, de que las sillas son un sostén del cuerpo como la columna un sostén del edificio, que las sillas coloridas dan color a la piedra de las columnas, o que el arte puede ser un ready made se une a las pinceladas de detrás de un cuadro de Tápies, que a mí no me dicen nada, no provocan mis sentimientos. Pero si los contemplo en disposición lateralizada me parece que se complementa la austeridad del cuadro de Tápies es como una columna pero desesperanzada como si ya no sostuviera edificios.

Como no me gusta el toreo, y no me gusta la exposición sobre el toreo (las dos cosas son distintas) también he jugado a hacer una perspectiva con los cuadros, como si de cada uno saliese el otro. Como si existiese una genética ajena al autor, pero al final hay un cuadro inquietante que no concuerda con la serie.

Y qué decir de esas huellas de escalera. No está en ningún museo sino en las casas que tanto le gusta derribar a los constructores para llenar de más ladrillo el aire. Cuántas veces alguien habrá recorrido esas escaleras, qué habrá sentido, cuántos niños habrán jugado allí incordiando a adultos con prisa, cuántos besos se habrán dado en ellas, ¿se habrá sentado alguien allí a componer un poema? ¿y a pintar un cuadro?

La luz, sobre el palacio de San Esteban ofrece un aire de eternidad humilde. Como si un pintor de sombras estuviese pintando acuarelas en serie sobre el palacio mientras la tarde va pasando.

2 comentarios:

Ciudadano B dijo...

Buena "crónica" de tu periplo por las exposiciones en Murcia.
Con respecto a "Dominó Canibal", he de decirte que cuando escuché la propuesta me pareció de lo más interesante; sin embargo, las veces que he ido a ver las distintas variantes, he quedado en parte decepcionado. Desde luego, lo más emocionante es ver dicho "canibalismo" en una iglesia.
Por lo demás, creo que Murcia adolece de más exposiciones de interés, de más movimiento asociacionista tanto cultural como literario, y, por supuesto, de más propuestas, sean o no, "cool" como el Sr. Cruz desea.
Un saludo.

Rafa dijo...

Gracias
A mí me ha pasado lo mismo con el dominó caníbal.