la calavera de cristal está en el museo Metropolitan de Nueva York. Se ha pensado que era Maya, pero las investigaciones indican que es falsa que es posterior
TWELVE Nick McDonell “Lo que más me gusta de esta novela es la forma en la que está narrada. Los capítulos son cortos como pequeños disparos. Parecen encerrar el mundo de un grupo de adolescentes de Nueva York en pinceladas y vamos observando trazos desestructurados de sus vidas como si viéramos una película en la que los acontecimientos van sucediendo a la misma vez que los vemos. Twelve es una droga que un adolescente rico, al que su familia no presta atención, se encarga de vender. No es muy consciente del riesgo del drug dealer, aunque sabe defenderse y a él no le importa mucho lo que pueda suceder porque las alternativas de lo que suceda en su vida no son muy esperanzadoras. En navidad visitará muchos hogares de niños bien acomodados que dan fiestas multitudinarias en la ausencia de sus padres. Observará sus comportamientos, verá cuáles son los motivos por los que organizan esas fiestas pero White Mike no intervendrá ¿o sí?
domingo, 27 de junio de 2010
NOVELA: BILBAO-NEW YORK-BILBAO. AUTOR: Kirmen Uribe. El principio de esta novela es muy poético, como por otra parte, intenta sostener todo el tiempo. Su escritor ha desarrollado casi toda su obra la poesía por eso no es de extrañar. Y en ello se condensa el peso de la novela, en su capacidad de descubrir analogías entre hechos dispares, a modo de metáforas. Un ejemplo, uno de los personajes del libro, una persona proscrita, es liberado tras ayudar al capitán y éste le permite un obsequio. Él dice que le dejen sacar lo que quiera de las profundidades de la bahía de la Concha. Saca anclas, viejos baúles… Entonces lo relaciona con la escritura “también los escritores buscamos restos de conchas en nuestro interior”. Parece mentira que se le haya dado el premio de la crítica del año pasado a esta novela, que se fundamenta en los principios de la literatura nocilla, lo que sugieren los hechos, el relacionar cosas dispares en una suerte poética, colocar tickets, poemas, cuadros y cualquier material… El escritor es el mismo que, durante el proceso de escritura de esta novela en un viaje Bilbao-Nueva York, va contando cómo construye esta novela, la historia de su familia sin ningún tipo de secuencia cronológica dándole un halo de realidad con la descripción de lo que le va sucediendo en ese viaje. La novela está plagada de casualidades, porque así es la vida. Y de preguntas que no tienen respuesta, que el narrador deja en el aire pero que sabemos que no tienen respuesta posible. Así es la vida también. El problema que le veo a esta novela es que hay un poco de autocomplacencia, que es una novela-aprendizaje y que en ocasiones se queda muy esquemática. Es por ello que no entiendo que le hayan dado el premio de la crítica, aunque sí por su falsa novedad (porque lo de la generación nocilla ya lo hacían los surrealistas, no es tan nuevo).
FRAGMENTOS... “Mientras voy en el avión unas zonas del planeta están iluminadas y otras no. Ahora se está extendiendo una sombra sobre Europa. El tiempo hace un trabajo similar. También en nuestro interior, las zonas que antes estaban oscurecidas de repente se iluminan. Las que estaban oscuras durante la juventud, en la edad adulta se iluminan. Cuando eres joven importan unas cosas, al hacerte mayor esas cosas se oscurecen y entonces importan otras, como la paternidad”
Esta película se adentra como un aguijón. Al principio todo parece muy estereotipado, las conversaciones un tanto desdibujadas pero hay algo en los planos, en los movimientos de la cámara, que te entusiasma y poco a poco el veneno te entra hasta que te va contagiando. Hasta tal punto es un aterrizaje cada vez más complicado que al principio no se ve quién es la protagonista hasta lo sabes sin ser muy consciente. Y es que es así, para conocer a esta familia la tienes que ir descubriendo lentamente, la forma de relacionarse unos con otros y el silencio, que impera durante la película y que dice mucho más que lo que se habla. Me gustaría resaltar el uso del lenguaje cinematográfico en la cámara, porque muchas veces es increíble. Sucede así en un momento en el que hacen el amor y se observan planos de flores y de bichos y todo tiene una rara belleza, en la que las abejas liban las flores, o los insectos copulan desnudando la belleza y la repulsión que puede tener también el sexo, si no lo deseas. O el plano en el que la protagonista va hacia su submundo, en la cocina, como la cámara desciende como si estuviese descendiendo a su secreto. Y el final, como sin estridencias, sin decir ni una palabra explica tantas cosas. Recomendable.
Desde la paradoja del título, ya que el que se confiesa no puede ser la máscara sino el espíritu que se la quita, está novela autobiográfica va trazando cada uno de los momentos espirituales de ascenso y posterior caída a la que se ve inmerso el protagonista desde su niñez hasta el comienzo de su juventud. La polémica rodeó a esta obra, porque en ella se observaba el deseo del autor por la muerte y por el sufrimiento, junto al descubrimiento del protagonista de su homosexualidad y el aprendizaje de que la máscara social que se debe llevar. Realmente, en una sociedad convulsa, como la japonesa, que en plena guerra está a punto de perder sus ídolos tanto religiosos como políticos (no hay que olvidar que las batallas siempre se hacen del lado de la religión: el emperador dice que ellos son los buenos y lo justifica con los dioses. Eso fue lo que ocurrió en Japón y que los dejó sumidos en una grave crisis) hacen eco en los pensamientos de muerte del protagonista, la frivolidad con la que trata a Sonoko y los sentimientos ambivalentes con respecto a la homosexualidad. En un momento muy bonito el protagonista expresa que para él Sonoko representaba el amor espiritual, ese que se mantiene inmortal pero que es imposible de apresar para el día a día. También son interesantes la destrucción de la mitología como tal: San Sebastián o esa Juana de Arco disfrazada de hombre. En realidad, hasta cierto punto, todos tenemos una máscara y todos somos parte de la sociedad. El final tan abierto te deja la sensación de algo continuo que acaba y el que algunas veces el autor haga presentes a los protagonistas con alocuciones directas (esta que ha hablado es mi hermana) hace que el texto sea como un bonito cuento que el autor te susurra y le da la esfera de la confesión.
miércoles, 16 de junio de 2010
FOTO DE: https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEid4-iY83Iw7csIarZNqOgdqbt95sx63A-ygipnl61Ib7vP9kXYvE5J5nIgeAT4SZEf_oj_8Gl6fOt_44qOuZcxlqIcG12wC96xTebenZpcqw3U0FHEfLfNxCfeXWB85DhoVahsMyCx_JY/s400/Aut%C3%B3mata+B.MEGF.VIERN.+17+JULIO+2009..jpg
Crítica libros: AUGUST ESCHENBURG… Steven Millhauser
En esta novela corta asistimos al final de un periodo, como todos los finales hay quien se resiste al cambio y hay quien apuesta por él. El primero posee más valores mientras el segundo es el que gana la partida. El que esté simbolizado por ese traspaso de la técnica a la tecnología, del hacer rudimentario de los autómatas, de los que son muy atrayentes sus propiedades mecánicas imitando a los humanos, a un paso más allá, la decadencia del arte, el surgimiento del sexo explícito como una forma más de consumo, confiere a la obra el carácter extraño o truculento de lo que parece que podía haber sido de haber seguido la vida por ese mecanicismo sin parangón. Al final lo que uno se pregunta es qué es la vida y quién es más mecánico, si lo creado por un hombre que es incapaz de entenderlo (no lo ve, no lo siente pero él hace que se active y se desactive) o el ser humano tal y como se creía en aquella época creado por un dios y que es incapaz de entender a ese dios (el paréntesis aquí es igual al anterior) y en un gesto de magia el autor parece posicionarse con un final lleno de sentido. Lo único que no me ha gustado mucho es la demora del conflicto, porque el diálogo entre August y su compañero y rival Hausenstein llega un poco tarde.
viernes, 11 de junio de 2010
fotografías de la soledad, los chorros de río mundo en familia
reseña: LA SOLEDAD DE LOS NÚMEROS PRIMOS
Paolo Giordano
Lo interesante de este libro es la articulación de la narración en torno al concepto de números primos, y su soledad como números, en una historia de dos personas extrañas que cuentan con un suceso en su vida que los marcará para siempre, y en su destino que, como los números primos, es una historia de soledad y rarezas. La forma de narrarlo acentúa todo lo dicho, ya que el estilo aséptico hace que sientas la extrañeza de los protagonistas, en una sociedad que resulta un tanto cruel para los que no participan de la singularidad de estas personas. Así se crea una atmósfera entre ellos en la que el azar provoca que estén próximos pero que no puedan tocarse y esa sensación la ofrece también una distribución en capítulos cortos, como pinceladas, de la novela en la que sabemos acerca de él y de ella por separado o juntos, dando la sensación de ser un engranaje más de la existencia.
Lo original de la novela es que hable de eso, justamente, de los seres que de alguna forma están mutilados, bien sea biológicamente o psicológicamente, y de cómo ellos mismo crean una burbuja a su alrededor y cómo las otras personas los tratan. Justo como los números primos, que extrañamente surgen en la cadena numérica (números sólo divisibles por sí mismos y por la unidad) y que existen algunos que tienen uno muy próximo (dos números después) que no se sabe por qué motivo están cerca. Según leí, en EEUU pagan grandes sumas de dinero al que descubra uno, ya que ni los ordenadores potentes los encuentran. Recomendable.
“Al levantarse, hacía un rato, de la mesa había superado el invisible límite más allá del cual las cosas ocurren por sí solas. Lo mismo le había pasado cuando el accidente de esquí, en que bastó que desplazara hacia delante el centro de gravedad unos milímetros para acabar cayendo de cabeza en la nieve”.
“La besó en la boca y ella sintió el sabor de su propia sangre en la saliva de él, y se imaginó que circulaba por todo el cuerpo de su marido y volvía a ella limpia como una diálisis.”
“Pensaba en ella sin dolor, como quien piensa en dormirse o en respirar. Su hermana se había disgregado en la corriente de aquel río, disuelto en el agua, y a través de ésta volvía a él; las moléculas de Michela formaban parte de su cuerpo”.
1. Four months of shade… The radio dept… Clinging to a Scheme 2. Domestic scene… idem 3. A token of gratitude… idem
clinging to a scheme, tiene una canción instrumental que me encanta, la de four month of shade por su rapidez, su elegancia, la capacidad de elevarte que tiene y de desparecer en breve como si no hubiera existido. Me recuerda a Delorean. El nuevo disco de los suecos tiene altibajos, con canciones buenas y otras pasables.
4. La llave de oro… Los planetas … Una ópera egipcia 5. No sé cómo se te atreve… idem
Es una pena lo de los planetas, supongo que renovarse o morir está constantemente entre sus planteamientos pero es que si los ves en directo te das cuenta cuánto echas de menos los antiguos discos que ya no tocan.
6. Primary colours… Primary colours… The horrors 7. Three decades… idem 8. Who can say… idem 9. Scarlet fields… 10. Sea within a sea
A este grupo lo descubrí en el SOS y me encanta la mezcla de glam, sicodelia y rock que tienen además de la voz grave del cantante. Scarlett fields es buenísima, dejo el enlace para que disfrutéis de ella.
11. Canada… High places versus mankind 12. Constant winter… idem
High places nos dejan un disco lleno de sonidos envolventes. Canada es una preciosa muestra de ello.
13. Brilla como una estrella…Klaus and kinsnki… tierra trágalos 14. Desidilio… idem 15. Forma, sentido y realidad… 16. Luego vendrán las madresmías… idem
Se esperaba con ansia lo nuevo de Klaus and kinski, y la espera ha merecido la pena porque aunque Marina no haya cambiado mucho su voz tipo Janette, las canciones son muy buenas y cargadas de esa atmósfera y letras aparentemente ingenuas.
Recupero este disco que es increíble, y que sonó en la pista de baile en el SOS, porque aunque este disco sea del 2009 me parece un conjunto de canciones inmortales. Quien lo quiera escuchar está en este enlace:
Lo que más me gusta del recinto del Forum es la sensación de apocalipsis que ofrece. Desde que abandonas el metro y te sumerges en un antiguo barrio deprimido, que por obra y gracia de un acontecimiento no muy enmascarado de supuesta reflexión para reconvertir una parte de la ciudad, ha hecho que el barrio real parezca lo más irreal porque de repente se alzan hoteles rutilantes y verticales, construidos como rascacielos para alojar a turistas que no deseen nada más que sentirse en un lugar vacío con marca Barcelona. Después viene el auditorio del fórum, con su color petróleo y sus critalitos, una forma triangular lo que le asemeja a un vertido de un petrolero, a una mancha en el mar, a algo oscuro, al negro pensamiento, a lo que no tiene vida y por analogía al desecho humano. Una vez dentro hay un paseo de cemento y varias plataformas elevadas de más cemento, con columnas de cemento también que forman una estructura hormigonera saboteada al mar que muere en tristes bloques de toneladas de tierra. Pero el espectáculo de la apocalipsis del manufacturado espacio para convenciones que se ha reconvertido en espacio para actos culturales (así se llama a los festivales, que siempre se debe recordar que nacieron del mundo hippie y ahora es una feria de disfraces en la que uno escucha buena música, y en barna incluso avanzada) es la central del Bèsos, un entramado de tuercas, chimeneas, líneas geométricas, triangulares, verticalidades grises y negras que a veces expulsan una flatulencia que invade tristemente el mar.
Me han cambiado el asiento del tren, una madre y un hijo para ir juntos. Como soy tan cuadriculado, en cuanto se han bajado me he sentado en mi asiento, y no hay ninguna razón para hacerlo porque estoy a una hora y nadie me va a reclamar este asiento. Estas pequeñas tonterías me hacen sonreír. En el libro de relatos La geometría del azar de Cheever ha habido veces en las que me he sentido muy identificado con los protagonistas. En uno de ellos el protagonista tiene un miedo irracional a pasar por puentes ya que piensa que se van a hundir. El miedo es una transferencia de su madre, que tiene miedo a los aviones. Los protagonistas de los magníficos, y subrayo lo de magníficos, cuentos y relatos de Cheever son New yorkinos que creen que viven en una realidad que no es del todo como ellos creen. El nadador es uno de mis relatos favoritos, se puede leer en clave epopeya-odisea o en clave Dante o incluso, uno lo puede leer como si en realidad fuese el mismo protagonista, que se propone un reto en principio absurdo pero que poco a poco va dándose de bruces con la realidad: no es un joven y su vida no es la misma que cuando empezó. En otro de los relatos la radio capta las conversaciones de los vecinos, lo extraordinario del relato es como se asume un hecho extraordinario y cómo se convierte en algo diabólico que pone en una disyuntiva que no desean a los protagonistas. Y es que ni siquiera los hechos fortuitos están exentos de una doble lectura, como le ocurre al protagonista otro de los mejores relatos, que empieza con que su avión parece que se va a estrellar y nada sucede ¿o si? Pero sin duda, la primera historia me encanta, porque pone en tela de juicio las relaciones familiares, actualiza el mito de Caín y nos entrampa en una serie de percepciones de un miembro de la familia que nos hace cuestionar también la nuestra.