miércoles, 31 de marzo de 2010

diario de valencia


27 DE MARZO DE 2010 hoy en Valencia es mi cumpleaños. En Murcia no, pero en Valencia los chinos se han diversificado en profesiones distintas a las de las tiendas de chinos, como la china de este bar de tapas español que es camarera y tiene mala leche, quizás porque no hay nada peor que ser chino en un bar de tapas cutre que tiene cada esquina oxidada y un olor a grasa que trepa por los pensamientos.
Muchas veces nos entregamos a conversaciones recién gastadas y superficiales por el mero hecho de la supervivencia por eso entiendo el enfado de la camarera china. La realidad es más paralela de lo que parece y pienso que tal vez un día, yo u otro muy parecido a mí, tendrá que trabajar en un restaurante chino en Taipéi, dado que ellos van a dominar el mundo como han hecho con google, lleno de colas de gamba refritas y con el sudor oxidado de la plancha restallando en mi frente: cascada de sensaciones.
En el día de mi cumpleaños, lo más extraño que me ha ocurrido es esto pensar en la inmigración como un esfuerzo por adaptarte a una cultura ficticiamente amable que te ve como si fueras un extranjero, en el sentido más ajeno de la palabra, grifado.
Ardo en deseos de explicarle a la china lo que significan ellos para nosotros: que los vemos como unos seres capaces de edificar una herida de muros en la piel de un amplio territorio sólo para evitar un asedio, que para nosotros son los que han importado la metáfora de la Nueva York vertical convirtiendo las ciudades en la farándula del hormigón, le diría que siempre hemos pensado que si nacías china llevarías la muerte tatuada en la piel ya que por la superpoblación de mujeres nunca querrían recatarte de una muerte salvable, le diría que para nosotros son los únicos que tienen una dictadura comunista asimilable por los políticos como un plato de arroz tres delicias tomado con varios litros de agua… le diría todo eso para que ella me confesara lo paellas que somos los españoles, siempre a vueltas con los nacionalismos y los ríos y las falsas diferencias entre comunidades autónomas, me diría que España es un toro dentro de una iglesia, que lo mismo nos embestimos todos que empezamos a vitorear, me diría probablemente que desde fuera se nos ha visto siempre con la intensidad de una gitana que taconea con alegría su triste historia.
Y si no lo hago, y si me voy pagando mi cerveza, es porque en el fondo todos somos inmigrantes pero no de la tierra sino de las personas, ya que cuesta mucho meterse en su piel y cuando lo hacemos no sentimos la piel de otro sino la nuestra propia.
Feliz cumpleaños le digo a la china, me mira con cara de enfado porque pensará que estoy borracho y para mí es todo lo contrario, estoy feliz, es mi cumpleaños cuando lo cierto es que nunca se cumple nada, ni años ni la lotería de un buen poema, siempre se hacen adaptaciones no significativas del paso del tiempo. Ya lo dijo Heráclito mejor que yo: cuando vayas al mismo río otra vez cuídate de que el río vuelva a pillarte sonriendo, aunque la felicidad tenga otra forma porque con la edad cambia todo (menos el descuento en los museos por ser universitario).

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