viernes, 23 de octubre de 2009


STALKER… Tarkovsky… 1979

He tardado mucho tiempo en ver esta película debido a internet (me la bajé con sonido pero con subtítulos, en ruso sin subtítulos, en chino… hasta que di con la buena), y debido a que tenía que pararla cada cierto tiempo para digerir cada una de sus frases. El tema del viaje es un tema universal, el viaje en el que corres el peligro de conocerte, de conocer la naturaleza, de saber, al fin y al cabo, cosas que duele saber. La película trata de Stalker, un guía que te lleva a un territorio prohibido por el gobierno al que llaman la zona. Nadie ha salido de la zona para contarlo, así que el viaje es peligroso. No es que nadie haya salido realmente, sino que no se sale de la misma forma en la que se entró, es lo que sucede en los viajes, en los realmente importantes. No sabemos que le impele a Stalker a guiar a la gente, vuelve a aceptar el encargo de un escritor y un científico para entrar a pesar de que hay una doble barrera, la del gobierno y la de lo que hay dentro. Su esposa no quiere que entre, tienen una amarga discusión “te van a enviar otra vez a prisión” a lo que él replica que la prisión está en todas partes. Esa es una de las incognitas de la película, un tipo duro que no sabemos por qué está empeñado en guiar, no es por dinero aunque le paguen, sino porque siente que debe hacerlo.
“¿Qué piensa usted que es la zona? Un meteorito, no creo, un mensaje para la humanidad, o un regalo… Usted primero profesor, después usted escritor…” Existe una paradoja en que sean tres hombres y que uno sea profesor-científico y otro escritor. Se enfrentan a dos formas distintas de conocer el mundo. El científico dice que “mientras excavo en busca de la verdad, a ésta se le ocurren tantas cosas que al final en lugar de descubrir la verdad lo que obtengo es un montón de… perdón, más vale que no lo diga” y el escritor como persona que se inventa otra vida, con la paradoja de que al inventarse otra vida (su verdad) ha dejado de vivir. El viaje es realmente un conjunto de monólogos a modo de teatro por el que los personajes interactúan, ya que sólo podemos conocer el mundo a través de nuestra mente y eso constituye un molde que afecta a lo conocido. Cuando dialogamos estamos hablando con nosotros mismos, escondiendo unas cosas y sacando otras. Sienten que la propiedad principal de la zona es que siempre está cambiando, que cuando vuelvan a pasar por un lugar ya no será el mismo. Justo como decía Heráclito. Van desentrañando verdades filosóficas: “lo que ellos llaman emoción es sólo la fricción entre su alma y el mundo exterior”, y si lo piensas así, como que no existe realmente una barrera sino que el principio de una cosa es el final de otra la emoción es un intercambio, una fricción. En el agua, en el germen del que se creó se miran en un pozo en el que pueden ver el cielo fragmentado como si fuese un papel de la pared: “porque la debilidad es una gran cosa y la fuerza no es nada. Cuando un hombre nace es débil y flexible: cuando muere es duro en insensible”. El Tao Te ching dice que el niño es flexible y adaptable, de mayor se vuelve rígido y miedoso. La imagen de mucha belleza, en la debilidad está la sensación en la fuerza, en la capacidad de resistir sólo la madera que hace que el barco de nuestra persona no se inunde.
Nos preguntamos qué es la zona y si saldrán de allí, porque en el fondo es el interrogante que todos tenemos. Pero no es una película al uso, es de una belleza inigualable pero tienes que estar preparado para verla por el vacío existencial que te deja.

3 comentarios:

Lisandro dijo...

gracias por la informacion!!!

Cabopá dijo...

No se nada de este autor pero se nota que te gusta.......
Besicos....

Antón Kunakov dijo...

Hola, muy buen blog, me alegra haberlo encontrado. Y muy buena entrada.
Pásate por el mío. Saludos.