CONFERENCIA SOBRE CINE Y PSIQUIATRÍA
Dentro del ciclo de conferencias que se han venido a agrupar bajo el título de “Neurona en crisis” fui a ver la conferencia de María Herrera, titulada “Cine y psiquiatría” en la Real Academia de Medicina, que está situada en la última planta del Museo Arqueológico de Murcia.
La idea que defendió María fue la de que el cine ha ido de la mano de la psiquiatría; de tal manera que desde los comienzos del séptimo arte la psiquiatría ha sido un mundo fascinante para el cine que se ha encargado de explorar. El problema es que la mayoría de las veces no ha tenido fortuna a la hora de representarlo, ya que o bien no lo representaba bien (confundía las patologías) o bien lo hacía desde una perspectiva polarizadora (trabajadores de psiquiatría: malos, pacientes: buenos) en la que los psiquiatras utilizaban los métodos de tratamiento como un castigo (choques, etc:…)
María fue comentando un gran número de películas, de tal manera que al salir me hubiera gustado verlas todas (tanto las que había visto ya como las que no). Debo resaltar la de los directores que me gustan: Dreyer, Bergman… y lo hacía vinculándolas al estado en ese momento de la psiquiatría.
Al final le dedicó un espacio al psicoanálisis, como no podía ser menos, con el genial Woody Allen, insertando diálogos de película. Si no fueron a verla es una pena, acabó con una frase que dice “si no existiera la psiquiatría el cine hubiera tenido que inventarla”.
Dentro del ciclo de conferencias que se han venido a agrupar bajo el título de “Neurona en crisis” fui a ver la conferencia de María Herrera, titulada “Cine y psiquiatría” en la Real Academia de Medicina, que está situada en la última planta del Museo Arqueológico de Murcia.
La idea que defendió María fue la de que el cine ha ido de la mano de la psiquiatría; de tal manera que desde los comienzos del séptimo arte la psiquiatría ha sido un mundo fascinante para el cine que se ha encargado de explorar. El problema es que la mayoría de las veces no ha tenido fortuna a la hora de representarlo, ya que o bien no lo representaba bien (confundía las patologías) o bien lo hacía desde una perspectiva polarizadora (trabajadores de psiquiatría: malos, pacientes: buenos) en la que los psiquiatras utilizaban los métodos de tratamiento como un castigo (choques, etc:…)
María fue comentando un gran número de películas, de tal manera que al salir me hubiera gustado verlas todas (tanto las que había visto ya como las que no). Debo resaltar la de los directores que me gustan: Dreyer, Bergman… y lo hacía vinculándolas al estado en ese momento de la psiquiatría.
Al final le dedicó un espacio al psicoanálisis, como no podía ser menos, con el genial Woody Allen, insertando diálogos de película. Si no fueron a verla es una pena, acabó con una frase que dice “si no existiera la psiquiatría el cine hubiera tenido que inventarla”.
2 comentarios:
Es que la normalidad tiene poco interés. Los locos son un gran recurso del cine, yo diría que de la narración en general, se use el lenguaje que se use. Desde el Quijote, el loco ha tenido un gran interés narratológico, y yo tengo mi idea acerca de ello, y es que la figura del loco no hace más que exagerar y acentuar aspectos profundamente humanos, y por tanto simbólicos, del mapa conceptual en el que nos movemos. No todos estamos enfermos, pero somos de tendencia hacia esta enfermedad o la otra. Incluso los países y las épocas tienen su tendencia enfermiza determinada.
Mi madre dice siempre: "las peliculas enseñan muchas cosas para que las hagan las personas".Yo opino lo contrario quizá los locos,los que atienden en psiquiatría opinaran otra cosa...Besicos.
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