sábado, 10 de abril de 2010

DIARIO DE MADRID

ARRIBA: MUSEO DEL PRADO... Caravaggio



ABAJO: SALA DE EXPOSICIONES FUNDACIÓN MARCH... Wyndham Lewis... Retrato del poeta TS Eliot.


11 DE ABRIL 2010

Revisitar el museo del Prado es increíble. Esta vez me cogí la audioguía, estaba solo y tenía mucho tiempo para disfrutarlo. Siempre me detengo varios minutos en “El jardín de las delicias”, es un cuadro con gran cantidad de simbología y me encanta su geometría, la sutileza en el dibujo de las personas que se dedican a la lujuria y la atrocidad del infierno en el que existen animales que se tragan a personas y las defecan. El cuadro era uno de los favoritos de los pintores surrealistas.

Otro de los cuadros impresionantes es el de “David con la cabeza de Goliat” de Caravaggio, con la luz que entra cenital y lo descubre justo en el instante dichoso en el que ha cortado su cabeza y anuda un lazo previo a la exposición triunfante. Antes de morir Caravaggio pintó el mismo cuadro pero en el que Goliat era él, una bonita metáfora. La perfección y el realismo y la contraposición luz-oscuridad impresiona.

Me estoy leyendo “Si esto es un hombre” de Primo Levi por las alcantarillas del metro. Aunque te cuenten la historia del exterminio de los Judíos por parte de los Nazis siempre sobrecoge escucharla otra vez, esta vez por un escritor que sobrevivió a Auswitch. Los Nazis fueron verdaderas máquinas de matar y de hacer sufrir, Primo Levi describe de forma pormenorizada todo lo que sucedía en los campos de exterminio y es bastante duro.

He ido también a una exposición muy buena que está en la fundación March, sobre un artista de la época surrealista llamado Wyndham Lewis en la que se mostraban dibujos, grabados, pinturas, reflexiones… del que debió de ser un artista total que pintaba bastante bien pero que permanece un poco olvidado. Sus trazos cubistas, movimiento vorticista, daban la impresión de ese mundo en el que vivió en el que todo era tan mecanicista. Hasta la visión de la muerte, en la II Guerra, como ocurrió con los campos de exterminio. En mp3 llevaba Kraftwerk y todo se veía contagiado por el engranaje del movimiento, de la música industrial, del ruido.

Al final por la tarde fui al Arqueológico, que como está en proceso de remodelación, sólo mostraba las piezas importantes, entre ella “la dama de Elche” y la de “Baza” cuyas figuras nos miran desde hace tantos años como huellas de nuestra especie.

Por la noche fuimos a ver Arte, una obra de teatro que me gustó. Trataba de un chico que se compra un cuadro pintado de blanco por 50.000 euros. Los problemas vienen cuando le pide opinión a sus dos mejores amigos, uno que le dice la verdad y otro que le sigue la corriente. La obra plantea muy bien el escenario actual del todo vale en el arte y como pequeñas cosas pueden afectar a los grupos sociales.



2 comentarios:

Cabopá dijo...

"El jardín de las delicias" me fascina,siempre ha sido mi cuadro..
la cantidad de historias que pueden salir de esas tablas...
EStás leyendo lo mismo que leí el año pasado,es verdaderamente duro y te hace revivir escenas de mucho dolor...
El martes nos vemos...???
Besicos.

Anónimo dijo...

Qué sorpresa descubrir tu blog! Me encanta lo que dices del Prado. Para mí, es la mejor pinacoteca del mundo...

Te iré leyendo con gusto y deleitando mis ojos con los cuadros y estampas que vas poniendo...

No soy de Madrid, pero quiero que sepas que me encanta tu ciudad... Víví allí un par de años... Si vas a mi casa: ALMA ABIERTA, en el silencio de las palabras, y en concreto se te detienes en una entrada que la titulo "Palacio de Cristal", podrás apreciar el homenaje que le rindo a uno de los parques urbanos más bonitos que conozco (¡y mira que conozco muchos!)...

Saludos artísticos desde Barcino,

Amber