domingo, 18 de abril de 2010


cuida tu corazón y su reflejo
de la noche. La luz que solidifica es débil.
Recoge su ternura en las manos.
Protégela de bestias
que destrozan los rastros
y someten la carne a lo corrupto.

Aloja a la locura.
que no te achaquen que tú no formaste parte del tiempo
que no sentiste su agujero absurdo
que roba los nombres y sacude el alma
mientras templa, con una mueca
el músculo del espejo.

***

Como el mar que lame los espejos
tratando de invocarlos,
de desnudarse ante ellos.
Con la tensión del que toca
momentos invariables de tu cuerpo
apolíneas trasparencias, desechos mudos.
Cadáveres.
Tu voz adolescente.
Remota escarcha de tiempo.
Así te esperé aquella noche.

1 comentario:

hatoros dijo...

ME DA TEMBLEQUE Y TE SIGO