viernes, 29 de enero de 2010

cine

EL ANSIA … The anger
Dir: Tony Scott
Act: David Bowie, Catherine Deneuve, Susan Sarandon.
Confieso que nunca me ha gustado en demasía el género de vampiros, menos aún las sagas crepusculares, pero esta película del ciclo cine y psicoanálisis, desarrollado en el aula de cultura de CajaMurcia me ha encantado.
La película participa de la estética cyberpunk, de tipo videoclip, de kistch de los años 80. La música mezcla a Bauhaus, Siuxie, Delibes, Bach… en un entramado maravilloso en el que vemos las imágenes paralelas de lo que sucede en diferentes planos lo que da la sensación del poder de los vampiros, aunque aquí no sólo se presentan como seres despiadados sino como seres que por vivir siendo vampiros deben pagar un precio muy alto. En el caso de la protagonista, que nunca envejece, es la de ser una mujer solitaria, que colecciona amantes que una vez que la dejan perviven en un estado de semivida o semimuerte, encerrados en sus cajas de muerto que ella guarda en su trastero. El problema del envejecimiento es tratado aquí como si fuese una enfermedad de la que la investigadora, interpretada por Susan Sarandon, quiere extraer sus códigos para erradicarla. Pero no asume en todo ello, y es un poso que la película te deja, de que si la vida fuese eterna perdería el significado tal y como la conocemos hoy, las cosas deberían de ser de otra manera, las emociones menos gratificantes y esa es la paradoja del vampiro, que aunque la inmortalidad te lleva a un profundo conocimiento de todo uno se queda aislado del mundo como experiencia. También me recuerda a un relato de Borges, en el que un tipo llamado Funes que tiene una memoria infinita sufre mucho, ya que para él cada cosa sucede por primera vez porque los sucesos son imperceptiblemente distintos y a menudo aunque lleguemos al mismo punto, ni lo que nos sucede ni lo que alcanzamos ni nosotros mismos somos los mismos. Y eso causa dolor.


IN THE LOOP.
2009
Dir: Armando Lanucci
El lunes pusieron en la filmoteca Paco Rabal esta película delirante sobre cómo una declaración accidental, un fallo en una declaración puede ocasionar un incidente diplomático apabullante que puede desencadenar o justificar una guerra. Aunque se nota la caricatura de la película, podemos observar a nuestros políticos en su estado basal, cuando se cierran los micrófonos y emiten declaraciones de lo que realmente piensan o, porque son más libres, y cuando en momentos en los que los micros están abiertos y no pueden. Esto es una comedia de cómo muchas veces depende de la situación en la que se está se puede acceder a la política, de cómo algunos políticos son unos incompetentes y, de las tretas de las que se sirven para conseguir lo que consideran conveniente. Teniendo en cuenta que sus decisiones van a afectar y mucho a un gran número de personas. Es delirante cómo encuentran cuáles son las reuniones secretas sobre la guerra por el nombre que le han puesto. Es curioso, pero algunas veces y en algún tipo de reunión, yo que no soy político, he observado también esto, que ha llegado alguien y ha resuelto un problema cambiando el nombre de una forma absurda, porque no se daba cuenta, o no quería darse cuenta, de que el problema seguía ahí.

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