LA ESPUMA DE LOS DÍAS
Autor Boris Vian
Me ha sorprendido gratamente esta novela porque no me lo imaginaba de esta manera. Empieza siendo un libro de aparente superficialidad en el que pronto comienza a aparecer el halo surrealista que impregna la historia. Dos parejas de amigos, un sirviente que en realidad es como si fuera el verdadero señorito y un ratón que tiene mucho de humano dialogan y viven con espontaneidad y frivolidad, en situaciones extrañas, pero poco a poco nos vamos dando cuenta de que trata de representar lo absurdo que es la vida en la que somos como marionetas movidos por hilos y que si nos fijamos realmente en lo que hacemos son cosas que no tienen una explicación lógica y que incluso, el amor o la enfermedad, son en sí mismo de un absurdo pavoroso. Eso le ocurre a los personajes, que se enamoran de las personas equivocadas o que una de las chicas contrae una enfermedad pulmonar que resulta ser un nenúfar que le está creciendo en el pulmón, en una bella imagen, y para ello su marido le tiene que proveer de flores para tratar de erradicar su enfermedad teniendo que trabajar en lugares en los que nunca trabajaría, en labores absurdas y penosas. Pero no menos patética resulta la vida de la otra pareja, con un marido obsesionado con conseguir hasta el último libro y cualquier cosa de Jean Paul Partre (homenaje a Sartre) lo que provocará graves consecuencias. Lo que importa es la forma en la que el autor va narrando, con diálogos muy ágiles y una narración muy fluida y casi sin darle importancia a nada de lo que ocurre, lo que provoca una reacción de contraste que te deja abatido.
“Abrió un poco la solapa de la chaqueta y se encontró completamente bañado de sol. Solamente sus ojos seguían en la sombra”
¿En que ocupa usted su tiempo?
-La mayor parte lo paso reduciéndolo.
-¿Por qué?-le dijo.-Porque me molesta su amplitud
Autor Boris Vian
Me ha sorprendido gratamente esta novela porque no me lo imaginaba de esta manera. Empieza siendo un libro de aparente superficialidad en el que pronto comienza a aparecer el halo surrealista que impregna la historia. Dos parejas de amigos, un sirviente que en realidad es como si fuera el verdadero señorito y un ratón que tiene mucho de humano dialogan y viven con espontaneidad y frivolidad, en situaciones extrañas, pero poco a poco nos vamos dando cuenta de que trata de representar lo absurdo que es la vida en la que somos como marionetas movidos por hilos y que si nos fijamos realmente en lo que hacemos son cosas que no tienen una explicación lógica y que incluso, el amor o la enfermedad, son en sí mismo de un absurdo pavoroso. Eso le ocurre a los personajes, que se enamoran de las personas equivocadas o que una de las chicas contrae una enfermedad pulmonar que resulta ser un nenúfar que le está creciendo en el pulmón, en una bella imagen, y para ello su marido le tiene que proveer de flores para tratar de erradicar su enfermedad teniendo que trabajar en lugares en los que nunca trabajaría, en labores absurdas y penosas. Pero no menos patética resulta la vida de la otra pareja, con un marido obsesionado con conseguir hasta el último libro y cualquier cosa de Jean Paul Partre (homenaje a Sartre) lo que provocará graves consecuencias. Lo que importa es la forma en la que el autor va narrando, con diálogos muy ágiles y una narración muy fluida y casi sin darle importancia a nada de lo que ocurre, lo que provoca una reacción de contraste que te deja abatido.
“Abrió un poco la solapa de la chaqueta y se encontró completamente bañado de sol. Solamente sus ojos seguían en la sombra”
¿En que ocupa usted su tiempo?
-La mayor parte lo paso reduciéndolo.
-¿Por qué?-le dijo.-Porque me molesta su amplitud
3 comentarios:
Tiene buena pinta, me lo apunto!
¡Que foto TAN bonica! He terminado el viaje....y tú...besicos
yo tengo uno de los viajes a medias y el otro casi, quiero enviarlo el sábado
Publicar un comentario