miércoles, 13 de julio de 2011


LA PESTE
Albert Camus
En el rellano del Dr Rieux aparece una rata muerta. Al principio creen que es una broma de un desaprensivo hasta que cada vez mueren más ratas y la epidemia se contagia a los hombres. A partir de ahí se cierran las fronteras, nadie puede salir de Orán y los muertos aumentan de forma vertiginosa.
Es la crónica de una epidemia, al darle la apariencia de crónica le otorga veracidad, que no sabemos quién escribe, desde el principio estamos intrigados por saberlo.
El autor hace semblanzas colectivas de cómo son los habitantes de la ciudad pues la peste afecta a los pilares de la sociedad de Orán.
Hay varios personajes clave. Por un lado el Dr, una persona que no tiene creencias y que se dedica exclusivamente a trabajar para detener la enfermedad con su cuerpo y alma. Rambert, que es un periodista extranjero que sólo quiere escapar y, que incluso lo intenta de forma ilegal. También son muy importantes los presidiarios: los ponen a trabajar de cara a cara con la peste.
Hay capítulos que te sobrecogen, como la muerte de un niño en el que ensayan una vacuna que logra hacerle vivir más tiempo, con el consiguiente mayor sufrimiento. O los dos sermones del padre Panneloux, en el primero, al poco tiempo de empezar la enfermedad, domina el reproche. En el segundo da más pie a la esperanza. Las conversaciones entre el dr Rieux y el padre son interesantes: uno desde lado del ateísmo y otro desde el lado de la religión pero ambos contra la peste, la verdadera protagonista del libro, el verdadero personaje, este es uno de los grandes aciertos de la novela, que uno tiene la sensación de que la peste es algo que no se sabe por qué aparece ni por qué se va, ni por qué elige a unos y a otros no, se convierte con sus maneras en una bestia de la que sólo se ven sus efectos, que invade a los cuerpos, contra la que tienen que luchar determinados personajes (es muy bonita también la muerte de Tarrou, luchando contra ella, los pensamientos y el abatimiento del Dr). Todos luchan contra la peste, pero no se sabe cómo detenerla, no se sabe cómo tiene que ser esa lucha. Una novela imprescindible.

1 comentario:

Cabopá dijo...

He leído:
"La vida en minúscula" de Alfred Polgar. Ed Acantilado.
"Brillan monedas oxidadas" de Juan Eduardo Zúñiga. Ed Galaxia Gutenberg.

Son cuentos relatados magistralmente, te los recomiendo...
Besicos salados.