miércoles, 18 de mayo de 2011


Midnight in Paris---Woody Allen

Lo que me gusta de Woody Allen es que sus películas no son mudas. Hay películas que son mudas aunque los protagonistas hablen, por ejemplo, las de Ingmar Bergman (que también me encantan). Pero en las de Woody Allen hay verborrea, agudeza, surrealismo, voces encontradas, desencuentros. En sus largometrajes todo parece fácil y neurótico, no importa que a las doce vengan a recogernos artistas de otra época porque se asume con mayor naturalidad que si viniera tu vecino a pedirte perejil.
No sé cómo sería el Paris de las vanguardias, pero he estado en Paris hace poco. Hay momentos que el Woody Allen guía-turístico la ensombrece, porque, como en Vicky Cristina… el turista tiene otra visión de las cosas y a veces, sacarlo en una película la hace ridícula. Como en la escena del principio en la que están todos con el cabello dorado, los trajes dorados en el dorado Versalles hablando de Paris (me recordó a una petarda norteamericana que, cuando estuve allí, ante la visión de la île de la cité dijo: “veis, por eso vivo en París”, en un inglés afrancesado).
La película gana del otro lado y al final. Cuando sólo existe palabrería, cuando hace unos absurdos retratos de la idea que todos tenemos de personas como Hemingway. Como si Picasso o Buñuel fuesen una atracción turística más de París y los saca en persona, en esa vuelta de tuerca, es fascinante. O cuando Allen hace una interesante reflexión, de que no es cierto que todo tiempo pasado sea mejor y que el presente es inasible. Y lo hace bordando la carcajada. Me encanta. Estoy deseando que pase otro año.

1 comentario:

Yolanda dijo...

La vi el viernes y me encantó. Dicen que es una de las obras "menores" de Allen, pero ya quisieran muchos que la mejor de las suyas fuera como ésta. Es optimista, irónica, inteligente. Como otras veces, es la mejor propaganda de París, que sale preciosa con sol y con lluvia, de día y de noche. Es una película bonita, algo muy de agaradecer en estos tiempos de dureza y crispación. A Allen no creo que le preocupe gran cosa la crisis, vive muy bien gracias a su talento, pero al menos hay que agradecerle que nos ofrezca cada año una película mínimamente digna e interesante. La comentaré en mi blog pero me alegro de haber dado ya aquí mi opinión.
Un saludo.