lunes, 19 de julio de 2010

érase un verano en el que España ganó el mundial



ESTE VERANO pasará a la historia por ser el año en el que España ganó el mundial. Que conste que no es que no me alegre, es que lo veo tan insustancial. Eso y el beso de Sara Carbonero. Eso y el pulpo Paul. Eso y “yo soy español”. Eso y la cabalgata y actuación de los reyes Midas del futbol en la que estuvieron varias horas delante de un público rugiente diciendo tonterías. Eso y que todo el mundo vista con camiseta roja. Eso y la gente que lo celebraba en la circular destrozando cosas y emborrachándose. Eso y todo lo demás que comporta ganar un mundial.
Al día siguiente de que España ganase un mundial, el primero en su historia, fui a ver los exámenes de máster de fisioterapia y un miembro del tribunal y varios alumnos que exponían los trabajos fin de máster hablaron del mundial. ¿Saben acaso que cada jugador se embolsa un montón de dinero por haber llegado a la final y ganarla? ¿Pasa lo mismo con los investigadores que descubren algo importante? ¿y con los que escriben un libro buenísimo? ¿y con los que componen una melodía buena? ¿y con los que simplemente han trabajado muy bien este año porque son buenos profesionales y les bajan el sueldo? ¿y los que aunque trabajen bien que se van al paro?
El problema del fútbol es que mueve millones y aumenta el PIB, y la gente se da leches por venir de turismo a España, y los nacionalistas vuelven a ser españolistas y todo es absurdo si uno lo mira desde fuera. Los gobernantes romanos lo sabían “el pueblo quiere pan y circo”, y después de explotarlos en las guerras les permitían ir a los espectáculos para que se sintieran orgullosos de su romanidad. También ZP saltó cuando ganó España. Y los reyes. Y el pueblo estaba contento. Mientras hay gente como yo, que quiere ir a jugar un partido de tenis y no puede porque en Murcia hay cuatro pistas. Y otros quieren jugar al fútbol y no pueden porque no hay subvenciones. Pero por Piqué o por Xabi se pagan cifras astronómicas, y hacen su trabajo y se les paga millones.
Es todo tan absurdo como que haya un pulpo que se ha hecho famoso por hacer predicciones. Pero esto es España. Aquí lo absurdo puede suceder.

5 comentarios:

Cabopá dijo...

Totalmente de acuerdo contigo,amigo
A pesar de que la fiesta contagia..
hasta yo vi la final,hasta aquí buneo,pero no comparto la euforia final.........
Besicos salados..

Román dijo...
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Román dijo...
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Rafa dijo...

oeoeoe,
yo soy espanol espanol espanol
yo soy espanol espanol espanol
(alex dejame el relato por fa)
yo soy espanol espanol espanol
gran intelectual roman!

Román dijo...
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